viernes, 18 de marzo de 2011

el adios

Y se miraron a los ojos sin decir palabras,
cada uno llevaba el universo del otro en su propia alma...
reflejaron sus vidas un momento y al darse vuelta
nuevamente el vacío los inundó.
Ambos sabían que su mundo había cambiado,
que un ápice de luz los había tocado.

Se rompió

Sentí los vidrios romperse dentro de mí la vergüenza me inundó y empañó mis ojos, mi cuerpo sintió ese frío que inunda el alma de lo i...