jueves, 10 de julio de 2014

Vivir a medias

El tiempo devora nuestros pasos al andar, las sonrisas quedan lejanas y nuestras manos entrelazadas son sólo un hermoso recuerdo. Pasan minutos, horas, semanas, meses, años y la eternidad nos envuelve y se divierte con nuestros sentimientos como el aire con las hojas. Dos mundos viviendo paralelamente, distanciados y tan unidos como siempre por las melodías que acompañaban nuestros pasos,nuestras caricias, nuestros silencios. La habitación donde tus canciones cobraban vida, la habitación donde el piano y la guitarra solía destruir toda obscuridad... ahora enmudecida, pareciera esperar que la estufa se encendiera mientras la lluvia cae fuera. Miradas cómplices, palabras que flotaban en silencio y conversaciones mudas... un espacio cerrado y cálido donde yo podía caminar descalza y todo parecía ser perfecto. Las historias más importantes son las que moldan nuestras almas y nos dejan importantes lecciones. Vamos recorriendo caminos diferentes para encontrarnos al final de nuestro viaje... quedan mundos y vidas aún por recorrer y poco tiempo para volverte a ver y encontrarnos cubiertos de colores. La arena se cae por un costado, el reloj perdió la cuenta... nos llevamos en nuestros cofres y sabemos que en este lugar no los podemos volver a abrir, prisioneros de la espera, prisioneros de nuestras conciencias y del vivir. Por siempre suena a mucho, cuando el tiempo se agota. Te espero, descubriendo que la vida sigue ...incluso sin mi otra mitad.

Pesada realidad

Eternos viajeros de realidades inconclusas, volamos sin alas intentando sonreír o sobrevivir a una jungla de concreto y frustraciones por doquier. Dominamos a los más débiles sin piedad, comemos obscuros pensamientos y disfrutamos viendo caer a los demás. Las almas se hunden en oceanos de tristeza sin que nadie logre escuchar sus voces y pasamos al lado sin prestar mayor atención, porque hemos caído al encanto de una vida llena de miseria e hipocresía... llena de sombras que se camuflan tras sonrisas mediocres que no saben a felicidad. Caminamos en medio de las lágrimas de los demás sin intentar al menos cortar las cadenas que cada uno arrastra consigo a la tumba, nos llenamos de palabras disfrazadas, ocultamos todo lo que es obvio y que aflora por los ojos. Vamos avanzando lenta y pesadamente por un camino que se nos presentaba lleno de hermosura y luz, sólo porque no hemos sabido amar, sólo porque no hemos valorado a la humanidad.

 Distancia Las palabras nos han distanciado, nuestros pensamientos nos han cambiado, nuestro entorno se ha modificado y ahora cada uno camin...