Creo que hubo un tiempo en el cual yo corría por irme sentado al trabajo...
Ahora soy yo, el que sentado en una silla de ruedas, desearía poder ir corriendo a trabajar.
Las partículas se entrelazan en una danza incesante, los cuerpos tiemblan moviéndose al compás de la música. No hay cadenas, solo dos almas...