Me vuelvo pequeña
viendo mi mundo
separado del tuyo.
Soy un alma despierta
y puedo sentir tu universo
buscando otras luces.
Las esferas flotan
en mitad de un obscuro reino,
todas ellas buscan un poco de calor
y se van.
Pero mi mundo espera con calma,
espera en un enorme silencio,
espera en medio de la niebla
para ser descifrada por tus ojos.
Muerdo mis venas,
ato mis manos,
cierro mis ojos.
No deseo ver,
no deseo sonreír,
no quiero respirar tu aire,
no deseo este dolor,
ni partir entre grietas.
¿A dónde podré ir ahora?
La lejanía parece una ironía.
Estaré a la orilla del puente
lanzando tus recuerdos.
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