domingo, 9 de noviembre de 2014

Apaga el dolor que quiero dormir, intenta pegar los sueños rotos y vaciar la escenas de mi mente. Escaleras en blanco y negro y colores destelleantes que aceleran mi corazón. Déjame abandonada en medio de luchas incesantes donde la hiedra cubra mis entrañas y sólo el sonido del viento me despierte. Abandona la guerra y permíteme volar sin alas. La confusión no me ayuda, la posesión me domina. Deja los ángeles con sus alas rotas y obscuras capas, porque necesito de su esencia, porque necesito calma... porque nunca encontré la respuestas a las cadenas de mis manos. Déjame olvidada en flores de ilusión, que ya no quiero más un corazón que se alimente de un mal amor.

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Viaje al infierno

Las partículas se entrelazan en una danza incesante, los cuerpos tiemblan moviéndose al compás de la música. No hay cadenas,  solo dos almas...